La revisión pre-ITV es una práctica recomendada antes de llevar tu vehículo a la inspección técnica. Aunque no es obligatoria, puede ayudarte a evitar sorpresas desagradables durante la ITV y garantizar que tu coche cumple con los requisitos necesarios. El objetivo es asegurarse de que el vehículo está en buen estado y no presenta defectos graves que puedan impedir pasar la inspección.
Elementos revisados en la pre-ITV son:
Neumáticos: Comprueba el estado de los neumáticos, discos y pastillas de freno.
Luces: Verifica que todas las luces funcionen correctamente y que las cubiertas estén en buen estado.
Elementos exteriores: Revisa retrovisores, lunas, ventanillas, carrocería, puertas y placas de matrícula.
Nivel de líquidos: Verifica aceite y líquido de frenos.
Suspensión: Asegúrate de que la suspensión y sus componentes estén en buen estado.