El opacímetro es un componente esencial para medir la opacidad de los gases de escape para garantizar que los vehículos cumplan con los estándares de emisión y contribuyan a preservar el medio ambiente y la salud pública.

El test de opacidad mide la cantidad de humo negro emitido por el escape del vehículo. Se realiza acelerando el motor desde el ralentí hasta la velocidad de desconexión, hasta el corte de inyección, acelerando en vacío. La prueba se lleva a cabo con el motor a la temperatura ideal (alrededor de 80°C) y con elementos auxiliares apagados para no dañar el motor.

Límites de opacidad: El límite de gases diésel para vehículos matriculados a partir del 1 de julio de 2008 es de 1,5.

Para vehículos más antiguos, el límite es de 2,5 para los diésel atmosféricos y 3 para los turboalimentados.

Los nuevos vehículos con niveles de emisión en Euro 6 y Euro VI tienen un límite aún más bajo, de 0,72.

Desde 2018 las pruebas son más duras a la hora de pasar la Inspección Técnica del Vehículo. Estas pruebas se han reforzado para evitar casos como el de Volkswagen, que falsificó resultados de emisiones.

Estos cambios afectan principalmente a los modelos nuevos antes de llegar al mercado, pero no deberían afectar a la hora de pasar la ITV.

En resumen, el opacímetro es crucial para evaluar las emisiones de humo de los vehículos diésel y garantizar su cumplimiento con las normativas ambientales. Mantener el sistema en buen estado es fundamental para la seguridad y el medio ambiente